El Baychimo fue un buque de acero construido en 1914 y diseñado para soportar el hostil clima del Ártico. Su misión, entregar alimentos y suministros a la comunidad esquimal a cambio de pieles. Durante años se dedico a esta labor pero el 1 de octubre de 1931, el barco quedó atrapado en el hielo al norte de Alaska, en el Océano Glacial Ártico. Paralizado y sin posibilidad de que la tripulación pudiese lograr liberarlo del hielo, el capitán dio orden a sus hombres que abandonasen el barco y se dirigiesen a la ciudad de Barrow, que se encontraba a menos de un kilómetro de distancia. El capitán se quedaría, junto a 15 hombres, a soportar el invierno junto al barco para vigilar que nada le sucedía a la nave.
El 24 de noviembre cayó una repentina y feroz tempestad por la cual la tripulación tuvo que resguardarse en el refugio durante tres días sin poder ver nada de lo que sucedía en el exterior. Después de esas 72, los hombres encargados de la vigilancia del Baychimo no podían creer lo que veían. El barco había desaparecido.
Días después un cazador esquimal les dijo que había visto la embarcación a casi cincuenta millas al sur de su posición inicial. La tripulación fue de inmediato al lugar y, con ayuda de algunos esquimales, lograron recuperar parte de la carga. Cuando regresaron a por más encontraron que le Baychimo había vuelto a desaparecer.
Meses más tarde, fue avistado, en las proximidades de la isla Herschel para volver a desaparecer. Durante el verano de 1932 fue abordado por un grupo de buscadores, quienes informaron que el barco se encontraba en perfecto estado. A los pocos días ya no se encontraba en la posición en donde le encontraron.
En marzo de 1933 fue otra vez avistado frente a Point Barrow por un grupo de esquimales. Treinta personas, embarcados en pequeños botes, abordaron el Baychimo. Cuando pusieron los pies en cubierta, una gran ventisca se desató y se mantuvo por diez días. Tras perder a tres hombres por congelación abandonaron el barco. En ese momento la ventisca se detuvo.
En julio de 1934 fue abordado por la tripulación de la goleta Trader, en este caso tan solo se limitaron a constatar que el barco estaba en buenas condiciones y lo abandonaron. Cuando intentaron localizarlo de nuevo en la zona indicada, el Baychimo ya no estaba allí.
En septiembre de 1935 fue avistado frente a las costas de Alaska y en noviembre de 1939, fue abordado de nuevo, esta vez por el capitán Hugh Polson. Al igual que en ocasiones anteriores, una gran tempestad se levantó haciendo imposible que el barco fuese remolcado a un puerto seguro. La tripulación de Polson tuvo que abandonar el barco como muchos antes que ellos.
Pasaron algunos años hasta que el Baychimo fuese avistado otra vez, fue en marzo de 1962, y se le vió a la deriva en el mar de Beafourt. El ultimo avistamiento registrado fue en el año 1969, 38 años después de que la nave fuese abandonada. Se encontraba congelado en una bolsa de hielo para más adelante volver a desaparecer.
A día de hoy se ha perdido el rastro del Bachymo y no se sabe si sigue navegando sin rumbo ni capitán por los bastos océanos de nuestro planeta o finalmente se hundió en alguno de sus misteriosos viajes.
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