Los trabajadores de una mina en Ottosdal encontraron unas
curiosas esferas mientras trabajaban sobre una capa de estratos precámbricos.
Encontraron más de 200 esferas a simple vista echa de pirita (FeS2) de entre 2 y 10 cm de diámetro, parecían
estar pulidas, y la mayoría tienen grabadas una línea en el ecuador de la
esfera, a veces precedida de otras dos líneas paralelas. Por la edad de los
estratos precámbricos dónde fueron encontradas las esferas, se estima que son
de hace 2.800 millones de años. Haciendo de este oopart uno de los más
inexplicables, ya que hace 2.800 millones de años, cuando la única vida que
existía estaba siendo originada en los océanos primarios con un ambiente cálido
y húmedo, ya algunas moléculas complejas habían conseguido unirse para formar
los primeros organismos del principio de la vida, surgiendo las primeras
células procariotas, algas verde-azules y bacterias. De hecho no existían los
continentes como los conocemos, de hecho todavía no estaba formada ni la
Pangea.
Michael Cremo y Richard Thompson han reabrieron el caso,
investigando más profundamente estas curiosas esferas. Las conclusiones a las
que han llegado son sorprendentes, y se recogen en su obra Arqueología
prohibida. Descubrieron que las esferas de Klerksdorp no pueden ser de origen
natural, ya que su exterior está formado por una aleación de acero y níquel de
gran dureza, imposible de encontrar en la naturaleza, lo cual demuestra que
fueron fabricados, hace millones de años. Estas piedras pueden dividirse en dos
tipos, Las primeras son de un metal sólido de color azulado con manchas
blancas, y las segundas son huecas y al seccionarlas en las investigaciones, se
descubrió que en su interior contienen material blanco y esponjoso, que al
contacto con el aire se desvanece. En las pruebas a través de rayos X, dio a
conocer otro dato perturbador, y es que contenían densidad negativa en su
interior, y eso es antimateria.
Según Roelf Marx, curador del museo dónde están expuestas,
una de las esferas empezó a dar vueltas sobre sí misma, estando dentro de una
vitrina de cristal sin vibraciones externas. Este misterioso suceso ha
fascinado a más de uno, y a raíz de esto se han realizado más experimentos para
tratar de explicar tales reacciones. El hecho de la rotación sobre si mismas
despertó el interés de John Hund de Pietersburg, que fue capaz de encontrar
otra esfera en la mina de Gestoptesfontein, a unos 110km de la mina de
Ottosdal.
John Hund llevo estas esferas ante el Instituto Espacial de la Universidad de
California, tras varios análisis llegaron al siguiente resultado, “El
equilibrio es tan perfecto que excede nuestras actuales tecnologías de
medición”. Un investigador de la NASA fue tajante a la hora de decirle a John
Hund que “El único modo para crear un objeto similar, si existiese la
tecnología, sería a gravedad cero”.
Todo esto hace que Las esferas de Klerksdorp no tengan
ninguna explicación, son totalmente imposibles y no somos capaces de entender
cómo llegaron hasta esa mina. Aunque la
comunidad científica y los escépticos afirman que son producidas de manera
natural. Aunque esto significa que son el primer y quizás el último caso en el
que la comunidad científica internacional ha afirmado que la naturaleza ha
generado formas perfectas. Una explicación que se queda demasiado corta para
tal misterio.
"Los objetos parecen artificiales, pero el estrato de roca
donde fueron encontradas corresponde a una era en la que no existía forma de
vida inteligente. Jamás he visto nada semejante".
Roelf Marx, director
del Museo de Klerksdorp, Sudáfrica.
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