1899, el genio científico Nikola Tesla, en mitad de un experimento que realizaba, capto señales de radio emitidas del espacio exterior. En su declaración pública afirmó que en medio del ruido eléctrico que estaba recibiendo había una señal demasiado periódica y regular como para ser natural y que estaba convencido de que esa señal provenía de una raza extraterrestre, en un principio pensó que podría estar siendo retransmitida desde Marte pero tras rastrear la señal durante meses se percató de que la señal no venía desde el planeta rojo si no desde algún lugar en la órbita de la Tierra.
Durante los años veinte, operadores de radio profesionales y aficionados pudieron recibir esta misma señal. Carl Stoermer (Profesor de matemáticas de la Universidad de Oslo), Leo C. Young (ingeniero de radio estadounidense) y Hoyt Taylor (Consultor principal de electrónica en el laboratorio de investigación naval) también recibieron la extraña señal procedente del espacio exterior.
El 14 de mayo de 1954, los diarios estadounidenses “St Louis Post Dispatch” y el “San Francisco Examiner” sorprendieron a la opinión pública presentando noticias de que dos satélites orbitaban la Tierra. No sería hasta finales de 1957 cuando la Unión Soviética enviase el primer satélite, el Sputnik, al espacio.
En el año 1960 tanto estadounidenses como soviéticos tenía satélites orbitando alrededor de la Tierra pero el 11 de septiembre del mismo año se detectó la presencia de otro satélite que no pertenecía a ninguna de las dos naciones. Los estadounidenses lo describieron como un objeto oscuro, como si estuviera cayendo, con una forma jamás diseñada por americanos ni soviéticos, pesa varias toneladas, mide unos 10 metros y hace una órbita polar a unos 79 grados con respecto al Ecuador.
En 1963 la NASA envió a Gordon Cooper al espacio con la misión de dar 22 vueltas a la órbita de la Tierra. El astronauta declaró que en la última órbita vio una forma verde brillante delante de él. La NASA afirmó que Cooper habría sido intoxicado por CO2 debido a un fallo electrónico.
Duncan Lunan investigador Escocés se interesó por el asunto y decidió investigar a fondo el tema, recogió los datos de los científicos noruegos y los analizó. En 1973 publicó un artículo en Spaceflight en el que detallaba que la señal se trataba de un mensaje cifrado que provenía de un objeto en el punto de Lagrange L5 , y contenía el siguiente mensaje:
"Comience aquí. Nuestra casa se encuentra en Epsilon Boötis, que es una estrella doble. Vivimos en el sexto planeta de siete, del mayor de los dos soles. El sexto planeta tiene una luna. Nuestro cuarto planeta tiene tres. Nuestro primer y tercer planetas, uno cada uno. La sonda se encuentra en la posición de Arcturo, según nuestros mapas."
En 1998 la tripulación del transbordador espacial Endeavor, durante su primer vuelo a la Estación Espacial Internacional, vuelo STS-88, realizó un gran número de fotografías de un objeto extraño. La NASA subió las fotografías a su página web, al ver el impacto que produjeron las fotografías desaparecieron para mas tarde volver a aparecer con la aclaración de que se trataba de basura espacial. Según la NASA, el Caballero negro sería una manta térmica que había sido perdida durante la primera misión para comenzar la construcción Estación Espacial Internacional (misión STS-88).
¿Es el Caballero negro un satélite extraterrestre intentando enviarnos un mensaje o simplemente basura espacial en la órbita terrestre?
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