El 25 de enero de 1998, Eileen y Tom Lonergan estaban en la barrera de St. Crispin, un popular lugar para bucear en la Gran Barrera de Coral, a 25 millas de la costa de Queenland (Australia). Los Lonergan, experimentados buceadores, originarios de Baton Rouge, Louisiana, salieron en el barco Outer Edge, de Port Douglas. Lo que la pareja no sospechaba es que sería su última inmersión, ya que el barco que los llevaba regreso sin ellos, la pareja paso más de 48 horas en el agua, sin que nadie se diera cuenta de su ausencia. La pareja estaba flotando en mitad del océano, en aguas infestadas de tiburones…
Eileen y Tom Lonergan |
Respecto a lo que realmente sucedió hay varias versiones, pero al final del día la tripulación realizó un recuento y zarpó con 24 de sus 26 clientes. Alguien comentó que dos jóvenes buceadores habían saltado al agua en medio del recuento y la tripulación asoció que eran los dos que no habían contado, por lo que ya les cuadró a 26. Dos días después, Geoffrey Nairn, el patrón del barco, encontró los efectos personales de Eileen y Tom en el cubo de objetos perdidos. Preocupado llamó al Gone Walkabout Hostel, en Cairns donde se alojaba la pareja, para saber si habían regresado. Pero no era así.
Después de 48 horas en el océano, la pareja debió ahogarse o ser atacada por los tiburones, pero surgieron otras teorías. La primera, la del suicidio. Diarios encontrados en su habitación de hotel mostraron que tenían problemas personales, pero eran unos devotos católicos con buenas perspectivas.Tom de 33 años y Eileen de 28, habían acabado tres años de servicio con Los Cuerpos de Paz en Tuvalu y Fiji y estaban de camino a Hawai donde pensaban quedarse.
También se especuló con la posibilidad de que los Lonergan tuvieran un plan para fingir su propia muerte y los hubiera recogido otro barco que estaba cerca, ya que existen referencias de personas que afirman haberlos visto en días posteriores a su desaparición. Pero nadie tocó sus cuentas bancarias ni sus pólizas de seguro.
El mes de noviembre de 1999, Geoffrey Nairn fue acusado de homicidio involuntario, cargos de los que fue absuelto. Pero fue acusado de negligencia y multado.
Esta historia no paso desapercibida para la gran pantalla, bajo el título de “Open Water” dirigida por Chris Kentis, y protagonizada por Daniel Travis y Blanchard Ryan, quien gracias a esta cinta ganó un premio Saturn como mejor actriz en 2005.
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